Hoy he tenido una revelación.
Pocas veces había visto yo el Mediterraneo funcionar tan bien con Poniente.
Hoy, en la playa de la Herradura (si, en Granada también se surfea) abrían series potentes de metro y pico pasaillo. Una ola vertical con fondo de roca, donde se nota el nivel y tienes que espabilar para no acabar en el rocódromo que se forma en la orilla (donde entre otros objetos, podemos encontrar cachos de armazón de hierro y algún que otro erizo de mar).
Si bien no espabilas tu, te espabilan, literalmente.Y es que, por mucho que me duela reconocelo, el ambiente hoy no era el más pacífico que te puedas encontrar en el agua. Incluso ha volado algún que otro cate por ahí...
En otras palabras, he salido del agua mas estresao de lo que he entrao.
Es natural, en verano, que los picos se peten y los novatos al desconocer un poco el mundillo, si no tienen quién les guie, anden un poco perdidos y se coloquen donde no toca. Pero en el pico hasta los novatos tienen su sitio.
No me considero pro-surfer ni mucho menos, pero tampoco novato, así que antes de entrar en el agua, más o menos, evaluo por donde van los palos y procuro colocarme para no estorbar y dejar a los mas experimentados aprovechar la ola.
Y he aquí mi segunda revelación:
Me he dado cuenta que por mucho que controles, por muy bien que cabalgues la ola y por mucho "cut-backs" que te hagas, eso no te convierte en bueno, ni en el mejor...
Son tus acciones y el respeto que promulgas en el agua los que hablan de ti.
Si respetas en el agua, te respetarán. Si cedes la ola, te la cerderán.
Es sencillo, solo que los cuatro nazis surferos que andan en el pico no conocen el significado de la palabra "respeto" y la verdad es que es una pena...
domingo, 3 de julio de 2011
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